Mónica Naranjo se trasladó este viernes a México en la nueva entrega de su programa, Mónica y el sexo. De esta manera, guiada por el interés que le suscitan las distintas formas de vivir la sexualidad, la cantante hizo las maletas para visitar un pueblo de Oaxaca. En compañía de su equipo y de su admirada amiga, la actriz Ana Milán, Naranjo se citó con algunas muxes, que a pesar de haber nacido con genitales masculinos, asumen roles femeninos. «Las toleran, pero no las aceptan del todo», reflexionan en el programa sobre su día a día en México. «No nos hubiera gustado nacer mujeres. No queremos sufrir, nos sentimos siempre felices y especiales por ser así», contaba una de ellas. Fue tras varias conversaciones con las entrevistadas cuando Naranjo animó a sus compañeras a vestirse con la indumentaria típica de las muxes, como muestra de «respeto» a su estilo de vida y «para meterse en su piel». Así, se enfundaron en sus vestidos, de estampados tradicionales, y se ataron un moño aderezado con una diadema floral, aunque esto no fue suficiente: la presentadora del programa quiso conducir, por primera vez, un tuctuc (autorickshaw o mototaxi) y animó a Ana Milán a que se subiese al vehículo con ella. «Lo de las sorpresas no va a parar, ¿vas a conducir?», le respondió la actual concursante de Masterchef Celebrity.