La edición 41 del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, donde se proyecta una gran selección de largometrajes del continente y otras categorías que están en competencia.

El 3 de diciembre de 1979 se celebró por primera vez el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana. Su fundador, el cineasta y ensayista Alfredo Guevara Valdés (1925-2013), creó este encuentro cinematográfico con el fin de “asegurar la presentación conjunta de los filmes de ficción, documentales, dibujos animados y actualidades, así como “contribuir a la difusión y circulación internacional” de las principales realizaciones de cine latinoamericano.

En la edición de este año, un total de 117 producciones compiten en distintas categorías: largometrajes, mediometrajes, cortometrajes, documentales, animación, operas primas, guiones inéditos, entre otros.

La película “La Odisea de los giles”, del argentino Sebastián Borensztein y protagonizada por Ricardo Darín y su hijo, Chino Darín, abrió la muestra. La comedia, enmarcada en el “corralito” bancario argentino de 2001, está nominada a los próximos premios Goya y competirá por el premio al Mejor Largometraje de Ficción en el certamen cubano. Además, es la propuesta argentina a los Premios Óscar de 2020.

“Tuve la oportunidad de estar en el Karl Marx (sala de cine cubana) hace muchos años y tengo grabada a fuego la sensación de lo que es estar entre la audiencia, vibrando con una historia de estas características. No me lo quería perder. Se lo dije al Chino: tenemos que hacer lo imposible para poder estar ahí”, aseguró Ricardo Darín.La calidad sobre la cantidad

El programa del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano es bastante vasto. En total, se presentan 300 obras dentro y fuera de competencia, menos que en la edición del año pasado, para privilegiar la calidad sobre la cantidad.

Dentro de las películas fuera de concurso están “A Sala llena”, “La Hora del corto”, “Mujeres ante la cámara”, “Pueblos y culturas originarias” y “Los colores de la diversidad”.

El director general del evento, Iván Giroud, explicó a la agencia EFE cómo “el Festival estaba hipertrofiado por la cantidad de películas”, por lo que decidieron reconfigurar el formato y elevar la exigencia con los títulos escogidos, aunque sin dejar de cumplir su propósito de ser “testimonio de la realidad cinematográfica” de América Latina.

El encuentro cinematográfico dedicó además un coloquio para celebrar el centenario del nacimiento del documentalista cubano Santiago Álvarez, una de sus figuras sobresalientes de la isla.