El padre Scott Holmer de la Iglesia católica de San Eduardo el Confesor da la absolución mientras confiesa en el estacionamiento de la iglesi

Con el nuevo coronavirus que trastorna la vida diaria, templos de todo Estados Unidos están alterando sus prácticas para satisfacer las necesidades espirituales de los feligreses.

Las asambleas religiosas y la recitación del Corán se han trasladado a la línea electrónica, a sitios web o páginas de Facebook. Las iglesias, mezquitas y sinagogas han establecido líneas telefónicas para que sus miembros llamen y escuchen las oraciones. James Forsyth, el pastor principal de la Iglesia presbiteriana McLean en Virginia, dice que estas acciones son una forma de difundir la esperanza en un momento en que se necesita más que nunca.

Si bien se aconseja a segmentos cada vez más numerosos de la población de Estados Unidos que se queden en sus casas, incluso los pequeños grupos afiliados a comunidades de fe pueden reunirse a través de Internet. El centro de la Sociedad Musulmana del Área de Dulles (ADAMS), también en Virginia, no ha perdido el ritmo. La Tropa 786 de Muchachos Exploradores utiliza Facebook para compartir la guía de los Centros de Estados Unidos para el Control y la Prevención de las Enfermedades sobre COVID-19 y dialogar sobre las maneras de practicar los valores de los exploradores de ser “útiles”, “amigables”, “limpios” y “amables” durante la pandemia.

Con los negocios locales cerrados y muchas personas repentinamente sin trabajo, los feligreses están entregando comida y jabón a las puertas de los vecinos más vulnerables, incluyendo a los ancianos. “Queremos que nuestra iglesia sea una clara imagen del amor de Dios en nuestra ciudad durante estos días”, dijo David Platt, pastor de la Iglesia bíblica McLean, en Virginia. “No queremos aislar a las personas que tienen necesidad”.

Por medio de su Fondo de Diáconos, la Iglesia presbiteriana de McLean cubre las facturas de los más afectados por el golpe económico de COVID-19, y el Centro ADAMS ofrece un apoyo financiero de emergencia similar.

Las comunidades religiosas se están adaptando ágilmente a los cambios diarios en la orientación de la cuarentena. Travis Worthington, un pastor de la Iglesia Nova, una iglesia cristiana pentecostal, dijo que, aunque la misión de la congregación es “‘Crear el cambio y difundir la luz’, seguimos creyendo que podemos ‘Crear el cambio y no difundir COVID-19′”.

En la Iglesia católica de San Eduardo el Confesor en Bowie (Maryland), el padre Scott Holmer está dirigiendo un confesionario para que los penitentes puedan ser absueltos de sus pecados. Holmer se sienta en el estacionamiento de su iglesia a horas específicas cada día, y los feligreses pueden conducir, manteniendo una distancia higiénica de 2 metros entre ellos y su pastor, para confesar sus pecados. Un seminarista dirige el tráfico.

Los líderes religiosos están atentos al calendario, con las principales fiestas religiosas por venir.

En Pascua, que cae el 12 de abril, la Iglesia de Nova planea entregar comunión a través de puntos de recogida sin contacto.

El rabino David Kalender de la Congregación Olam Tikvah, una sinagoga conservadora igualitaria en Fairfax (Virginia), dijo que la Pascua de este año contará con pequeños grupos familiares en lugar de grandes reuniones de séder. Ha publicado un vídeo para los feligreses con consejos sobre la preparación. “En tiempos de abundancia y en tiempos de desafío, seguiremos uniéndonos a la cadena ininterrumpida de nuestra tradición”, dice.

Rizwan Jaka, que preside el consejo de administración del Centro ADAMS, dijo que si se extienden las cuarentenas, la mezquita ofrecerá programas de Ramadán en línea a partir de finales de abril.

Platt, de la Iglesia bíblica McLean, ve un resquicio de esperanza en la perspectiva de los servicios virtuales. En Pascua, dice, puede ofrecer aliento a los asistentes regulares “mientras se difunde el amor de Dios a muchas personas que de otra manera no vendrían a una iglesia”.