Decir Martin Scorsesees para muchos un sinónimo de maestro del cine.

No en vano, el director estadounidense está detrás de títulos enormes como Toro salvaje, Taxi Driver, Buenos muchachos y El lobo de Wall Street.

Por eso, cualquier nuevo lanzamiento que lleve su firma genera expectativas. Y mucho más cuando esa nueva película convoca -de nuevo- a actores que son considerados leyenda: Robert de Niro y Al Pacino .

Scorsese los reúne en The Irishman, una producción de Netflix que este viernes se estrena en EE.UU.

La película narra, en un lapso de 60 años, la historia de Frank Sheeran (De Niro), un hombre que sirvió en la segunda Guerra Mundial y que terminó trabajando como sicario para el legendario y polémico líder del sindicato de camioneros de EE.UU. Jimmy Hoffa (Pacino).

Y por el peso del nombre del director y los actores que lo acompañan, el escrutinio sobre la película es enorme.

Muchos críticos no han pasado por alto el hecho de que en una buena parte de la película se utiliza el recurso de rejuvenecimiento digital que permite a los actores contar la historia en distintas etapas de su vida.

«Pacino está excelente, aunque ligeramente debilitado por el proceso de rejuvenecimiento digital. Lo mismo ocurre con De Niro, a quien los efectos especiales le restan el impacto de lo que es una gran actuación», escribió el editor de espectáculos de la BBC, Will Gompertz.

«Aunque se ve el rostro de un hombre joven, es el cuerpo de un actor de 70 años (De Niro tiene 76). Y eso no lo puedes dejar de notar, sobre todo porque todos conocemos al De Niro joven», agregó.

Pero Scorsese tiene claro su trabajo y la respuesta que quiere dar a las críticas: «Para mí estos efectos especiales de rejuvenecimiento son la nueva forma de maquillaje», respondió el director durante una presentación de la película en Nueva York.

Sin embargo, la historia de los efectos de rejuvenecimiento va mucho más allá.

«The Irishman», que en los mercados en español se llamará «El irlandés», es un proyecto que se viene escuchando por las esquinas de Hollywood desde hace por lo menos diez años.

Pero siempre se topaba con el mismo problema: «Nadie en Hollywood quería hacer esta película. Les parecía muy costosa», le dijo Scorsese a la BBC.

Y los costos venían asociados a la idea de utilizar la tecnología de rejuvenecimiento digital que se estaba desarrollando, especialmente en la empresa Industrial Light and Magic.

La técnica consiste en filmar a un actor modelo y, mediante el uso de un software, darle aspecto más juvenil o más envejecido, según la necesidad. Ese proceso se hace en la etapa de postproducción y es totalmente digital.