El vídeo de «Envolver» utiliza el dualismo simbólico para retratar los deseos y emociones que Anitta detalla en su más reciente sencillo. Por un lado, Anitta es vista en lo que se considera su «realidad», donde se queda sola pensando en el hombre con el que está obsesionada. En el escenario del «sueño» se ve a la superestrella brasileña realizando un baile sensual con el acompañamiento de un bailarín como representación de la relación que podría tener con su protagonista. Para separar aún más ambos mundos, a lo largo del vídeo se muestran distintas tonalidades y colores. Mientras que el vídeo fue producido por Harold Jiménez de 36 Grados, Anitta tomó las riendas de la dirección de su último proyecto.