Una de las leyendas más antiguas de América Latina fue fusionada con acontecimientos políticos que sacudieron a Guatemala en la década de los ochenta.

María Mercedes Coroy en la película guatemalteca “La Llorona”

La producción guatemalteca ‘La Llorona’ fue nominada a los Premios Globo de Oro en Estados Unidos, abriendo la posibilidad de que por primera vez una cinta de ese país pueda llevarse el prestigioso galardón.

Con una narrativa que mezcla la leyenda y la realidad, y el horror con la impunidad, el espectador conocerá la vida del general Enrique Monteverde, un ficticio exjefe de Estado del país, quien enfrenta un proceso penal por haber liderado el genocidio de mayas guatemaltecos en el Triángulo Ixil.

Según el director Jayro Bustamante, la cinta amalgama el mito latinoamericano de una mujer que ahogó a sus hijos, con uno de los momentos más dolorosos de la historia reciente en Guatemala.

“Guatemala es una madre tierra que está cansada de llorar a sus desaparecidos. En Guatemala siempre se ha creído que los indígenas son inferiores entonces es muy fácil hacerle daño a alguien que es inferior”, indicó Bustamante.

 Guatemala es una madre tierra que está cansada de llorar a sus desaparecidos» Jayro Bustamente, director de ‘La Llorona’

Al quedar absuelto de los cargos y evitar una condena por crímenes de lesa humanidad, el militar regresa a su casa, donde su vida se ve trastornada por un llanto inmemorial.

“¿Esa máscara se la quitan por la noche? ¿Por la noche habrá algo de humanidad que los vuelve a la culpabilidad? ¿Habrá gritos que los despiertan?”, dijo Bustamante.

Cuando la protagonista, Alma, una mujer indígena, entra a trabajar al hogar del dictador se comienzan a escuchar sollozos que hacen hace eco en las paredes y quizás en la conciencia de quienes han provocado cascadas de lágrimas.

La leyenda de La Llorona es parte del folclore y el imaginario popular latinoamericano, haciéndose un nicho en la cultura pop de los últimos 60 años. Tiene antecedentes cinematográficos como el filme de terror mexicano del mismo nombre realizado en 1960.

Del terror al thriller político, en esta ocasión el folclor sirve de pretexto para contar la dolorosa historia reciente de Guatemala.