Embajada de EE. UU. en Pekín muestra “Art for the People”
La Embajada de Estados Unidos en Pekín está siendo redecorada, y a la vez haciendo una potente declaración sobre la libertad de expresión.
“Art for the People” (Arte para el pueblo, en inglés), una nueva exposición en los muros exteriores de la embajada de Estados Unidos en China, muestra 23 populares obras de arte callejero estadounidense, reproducidas en colaboración con los artistas originales. Sus estilos y temas reflejan la diversidad de Estados Unidos, con obras que destacan a pioneros estadounidenses como Mohamed Alí y Ruth Bader Ginsburg, así como a comunidades indígenas e hispanas.
Pintar murales en edificios y para exposiciones especiales en parques y museos de las ciudades es una tendencia creciente en Estados Unidos y en todo el mundo. Vandalizar propiedades con grafitis sigue siendo ilegal, pero muchas ciudades estadounidenses han designado lugares públicos específicos para el arte callejero. Cada vez más empresas, barrios y gobiernos locales encargan a los artistas la creación de arte al aire libre para la gente.
Estos artistas transforman espacios vacíos en muestras de color, con el permiso de los propietarios de los edificios y la libertad para compartir ideas y expresarse con creatividad.
El innovador proyecto artístico (en inglés) de la embajada de Estados Unidos ilustra estos valores estadounidenses fundamentales de libertad de palabra y expresión, así como el compromiso permanente de Estados Unidos con la diplomacia pública y el acercamiento directo al pueblo chino.
“Queremos una relación entre Estados Unidos y China que incluya un espacio para un compromiso directo, sincero y sólido con el público”, dijo el secretario de Estado Antony Blinken. “«Arte para el pueblo» representa la diversidad de la sociedad estadounidense. También encarna nuestro profundo compromiso con un intercambio genuino con el pueblo chino”.
La exposición al aire libre (en inglés) está abierta al público y estará expuesta durante seis meses. No se requiere entrada ni invitación; lo único que se necesita son zapatos cómodos para dar un paseo alrededor de la embajada.