El rotundo «no» pronunciado por la Congregación para la Doctrina de la Fe sobre la bendición de las parejas del mismo sexo generó críticas a la Santa Sede, no solo de decenas de asociaciones de derechos LGBT, sino también la ira de una superestrella mundial como Elton John.
El autor de «Your song» y decenas de otros éxitos internacionales acusó al Vaticano de «hipocresía», por haber condenado las uniones homosexuales, pero haber lucrado en estos últimos años con la película de su vida, «Rocketman», que, entre otras cosas, celebra como un destino feliz su matrimonio con David Furnish.
«Cómo puede el Vaticano negarse a bendecir las uniones gay porque ‘son un pecado’, pero al mismo tiempo aprovechar felizmente haber invertido millones en ‘Rocketman’, un film que celebra la felicidad que alcancé desde mi matrimonio con David?», se preguntó posteando a través de sus canales de sus redes sociales añadiendo también el elocuente hashtag #hipocresía.
El cantante y compositor, quien cumplirá 74 años el próximo 25 de marzo, desde 2014 está unido en matrimonio con el director y productor David Furnish: aspecto que también se menciona en el epílogo de «Rocketman», biopic musical sobre el inicio de su carrera, evento en el que el artista finalmente alcanza su propio serenidad tras años de tormentos y sufrimientos existenciales.

A su publicación en las redes sociales, Elton John también adjuntó dos artículos de prensa: uno con la noticia de ayer (lunes) de que la Iglesia Católica no puede bendecir las uniones homosexuales, el otro que retoma una noticia de 2019 según la cual el Vaticano se convirtió en socio de Lapo Elkann con un fondo con sede en Malta que, entre otras operaciones, habría invertido 4 millones para financiar obras cinematográficas incluida la de su vida.
Rodada en aquel año por el director Dexter Fletcher, protagonizada por el actor Taron Egerton, la película «Rocketman» ganó el Oscar a la mejor canción entre otros premios.
Y la noticia de que el Vaticano también estaba entre los prestamistas ya había circulado a finales de 2019, al margen de la investigación sobre la compra del edificio Sloane Avenue en Londres, y luego recibida entonces casi con incredulidad.
En esencia, la Santa Sede, a través del Centurion Global Fund -un fondo de inversión internacional con sede en La Valeta- había financiado a Italia Independent del Elkann y la película «Rocketman».
Los capitales del fondo, como escribieron los periódicos en ese momento, provinieron de aproximadamente dos tercios de la Secretaría de Estado del Vaticano.
Al frente de Centurion está el financista italiano (pero residente en Suiza) Enrico Crasso, exejecutivo de Credit Suisse y que durante años gestionó gran parte de la liquidez del Vaticano.
Acerca de Lapo Elkann, el fondo maltés habría suscrito acciones por 6 millones de euros, convirtiéndose así en accionista del 25% de Italia Independent, la empresa de gafas del emprendedor de 43 años.
Sobre las relaciones entre la Santa Sede y Centurión -que, además, a fines de 2018 perdió un 4,61%, unos 2 millones- incluso se concentraron las investigaciones de los magistrados de vaticanos, con la sospecha de que las inversiones también fueron apoyadas con las ofertas que cada año llegan de los fieles del Obolo de San Pedro.
«Hay investigaciones en curso y, en la actualidad, los elementos útiles para definir la posición de la Santa Sede con respecto a los fondos mencionados y cualesquiera otros están siendo investigados por el Poder Judicial del Vaticano, en colaboración con las autoridades competentes», comentó la Oficina de Prensa del Vaticano.