Película Trueba sobre el «humanista» colombiano Héctor Abad.

Fernando Trueba presentó hoy «El olvido que seremos», basado en el libro homónimo sobre el médico colombiano Héctor Abad, cuya batalla de los años ’70 es «muy actual» en este tiempo de pandemia, afirmó el cineasta.
Con esta cinta, proyectada fuera de concurso en la sección oficial del Festival de cine de San Sebastián, se clausura hoy la 68 edición.
«Es muy actual esa batalla de él. Curiosamente e irónicamente hay una serie de coincidencias con la pandemia», afirmó el español Trueba en la presentación.
El director de «Belle époque» dijo que su hijo Héctor Abad Faciolince escribió el libro en el que está basado la cinta «pensando que sería minoritario».
El médico de Medellín asesinado por los paramilitares en 1987 hizo las primeras campañas de vacunación masivas de polio y «fue pionero en toda América Latina de la salud pública», destacó el cineasta.
Trueba subrayó de Abad que «era un humanista y su programa era intentar mejorar las condiciones de vida de la gente, especialmente de las clases más humildes.» Apuntó que «lo que le movía no era una ideología de ningún tipo sino un sentido humanista de la existencia».
Javier Cámara, quien le da vida en la pantalla, destacó que «dijo cosas tan actuales que nos están pasando ahora, como cuando decía a sus hijos que se lavasen las manos bien para quitarse los gérmenes».
El contexto colombiano histórico, social y político «es muy importante en la película, pero está visto a través de la burbuja de esta familia», apuntó Trueba.
Juan Pablo Urrego interpreta al joven Abad Faciolince y Patricia Tamayo a su madre.
La vigencia para Cámara también está en que actualmente «el repunte de la violencia en Colombia está siendo cruel, la pandemia está siendo durísima. Esta película no solo cuenta una historia del pasado, sino que está más presente que nunca».
Trueba contó cómo surgió la película: «Siempre te están ofreciendo libros que normalmente no te interesan, y de repente te ofrecen un libro que no solo has leído y llorado, sino regalado a gente cercana» pero «yo pensaba que no se podía hacer una película de este tipo».
Le insistieron, volvió a leer el libro y «se me metió el veneno dentro», dijo.
Pensó entonces en escribir el guion con Abad Faciolince, pero me contestó: «Tardé 20 años en escribir este libro, lo escribí llorando desde la primera página, fue abrir la caja del dolor y sufrimiento, y no puedo volver a abrir esa herida». Trueba decidió entonces escribir el guion, pero los productores tenían prisa y él estaba en ese momento con otro proyecto cinematográfico, así que acabó pidiéndoselo a su hermano, David Trueba, quien lo hizo