El gobierno de Cuba anunció una medida para aliviar la escasez de alimentos y medicamentos en el mercado interno, abrió una investigación sobre violencia en las protestas y recibió apoyo de Rusia. Desde el lunes próximo hasta el 31 de diciembre, las autoridades autorizaron a viajeros -de manera excepcional- la importación personal de alimentos, productos de aseo y medicamentos sin límites ni pagos de aranceles. La acción es temporal y excepcional, aclaró. La decisión fue incluida oficialmente en las reacciones gubernamentales, ante manifestaciones de descontento en varias localidades del país el domingo y el lunes pasado, instigadas -según el criterio oficial- por Estados Unidos, en especial con el bloqueo de 60 años que aplica a la isla. Las autoridades han subrayado que «elementos antisociales» durante las protestas causaron hechos de violencia, aunque reconocieron que ciudadanos se sumaron a partir de situaciones de escasez de alimentos, medicamentos e interrupciones en el servicio eléctrico.
El presidente Miguel Díaz-Canel confirmó que durante los disturbios resultaron heridas «decenas de personas». El gobierno confirmó también que un grupo de manifestantes está bajo arresto, acusados de desorden público y vandalismo, y serán por ello presentados ante los tribunales de justicia. Hasta el momento se divulgó la muerte de un hombre el lunes en un barrio periférico de La Habana. No hay cifras precisas de detenidos. La prensa estatal publicó mensajes de respaldo al gobierno isleño provenientes de diversos países, incluyendo Rusia. Esos medios publicaron hoy declaraciones de la portavoz de la Cancillería rusa, María Zakharova, quien pidió que Estados Unidos «cese su injerencia en los asuntos internos de Cuba». «Instamos a Washington a que adopte finalmente una posición objetiva, se deshaga de la hipocresía, del doble rasero de su política» sobre la isla según fue citada la portavoz. «Dejemos que los cubanos, su gobierno y su pueblo se den cuenta de lo que está pasando y decidan su propio destino», subrayó. Zakharova también mencionó las «sanciones interminables y absolutamente ilegales, incluidos los bienes de consumo más esenciales, los alimentos y los medicamentos» de Washington. Hoy también la prensa local describió que el país está «en calma». En La Habana la situación normal era visible, según constató ANSA en un recorrido por varias partes muy pobladas de la ciudad de más de dos millones de habitantes. «Con los acontecimientos las relaciones entre Cuba y Estados Unidos se tensaron más y no podría pronosticarse alguna mejoría próxima», estimó un analista local de esas relaciones consultado.