Murió el músico Armando Manzanero
El compositor mexicano, Armando Manzanero, autor de muchos de los éxitos que volvieron a estar en los primeros puestos de los ranking musicales gracias a las interpretaciones de su compatriota Luis Miguel, murió a los 85 años, víctima de un paro cardíaco luego de sufrir complicaciones por el Covid-19.
El autor de clásicos de la balada romántica latinoamericana, como «Somos novios», «Voy a apagar la luz», «Contigo aprendí», «Esta tarde vi llover» y «No», fue hospitalizado la semana pasada en Ciudad de México tras dar positivo en del coronavirus, e intubado unos días después.
Manzanero había enfermado poco después de inaugurar su museo en su ciudad natal, Mérida, Yucatán, y su salud se deterioró en cuestión de días debido a que era un paciente de riesgo por su edad y la diabetes que padeció por varios años.
Entrevista de Archivo.
Armando Manzanero
El Romanticismo no morirá
Armando Manzanero: 38 años como músico, 35 como compositor, 20 como cantante, fundador de una escuela, maestro de maestros define su esencia: el romanticismo.
El romanticismo es algo que nos compete a nosotros- y cuando digo nosotros me refiero a los latinoamericanos- lo llevamos a flor de piel como una visión de la vida. Es una cuestión de sangre, de raíces, que nos diferencia de los italianos con ser ellos latinos y de los ingleses, obviamente.
Es posible mantener el espíritu romántico a través de shows?
Ahora es bastante difícil hacerlo en América Latina, donde el romanticismo está pero se esconde como algo fuera de moda. Es más fácil entre los latinos que viven en los Estados Unidos, quizá porque la añoranza de su tierra, de su gente, los pone más en clima, y se imbuyen más del espíritu romántico frente a una copa, en un club nocturno.
Como compositor pudo escapar del profesionalismo de la producción y elaborar temas que no partan de vivencias auténticas?
Dice usted una gran verdad. Lamentablemente uno comienza componiendo por inspiración, por impulsos, luego viene el oficio…en mi caso he tratado y trato de mantener una verticalidad en lo que hago. Esto quiere decir que aunque lleve 35 años componiendo no estoy nunca buscando¨ la frase comercial o llegadora¨ para impactar a las programadoras, a las emisoras y al oyente.
Yo sigo sintiendo, escribiendo para la persona que amo o las que me escribo a mí mismo. Procuro que tenga un cierto mensaje positivo para el que la escucha, de modo que si no tiene un éxito rotundo-puesto que no todos son éxitos de difusión-mi alegría será la misma.
Cuánto depende el éxito rotundo de las veces que suena el tema?
Depende. Pero quiero dejar en claro que ninguna programadora impone ¨a como de lugar¨. Todos los que estamos en el negocio del disco, necesitamos enseñar el producto y allí entran las programadoras, enseñándolo mejor o peor, pero la última palabra la tiene el que escucha el tema.
Estamos viviendo una época muy difícil, diferente a la de hace quince años donde bastaba que se sacara un disco.
de calidad para que se convirtiera en un suceso en muchas partes. En la actualidad un disco puede ser muy bueno pero si no tiene la fuerza de la promoción, la mecánica de la mercadotecnia- igual que cualquier producto comercial,como una pasta dental, por ejemplo- no camina, no trasciende, se pierde en el maremágnum de otras producciones.
Cómo se siente el compositor y el cantante que ha pasado por etapas menos complicadas en el paso de la creación al oyente?
Yo tengo una ventaja y por eso no he sufrido los cambios: la de ser un regalo de Dios. Es que las canciones que yo saqué hace 20 años siguen latentes aún cuando les hagan un arreglo más moderno. Por ejemplo, Nelson Ned me grabó ¨Contigo aprendí¨ y comenzó a sonar como si fuera un tema nuevo cuando ya tiene más de dos décadas. Esto quiere decir que cabalgo sobre el tiempo y gracias a Dios no tengo pasado, en el sentido de viejo.
Qué significa para su música el que la graben diversos intérpretes?
Que se mantenga vigente. Yo saco temas nuevos que son aceptados pero los antiguos se actualizan en la voz de intérpretes que están en el candelero, de modo que aseguran la supervivencia del tema.
Hubo cambios en el compositor en los últimos cinco años?
Sí, el cambio lógico de la época. Cómo uno va sintiendo y en la forma en que lo expresa. Un compositor tiene éxito cuando puede reflejar la sensibilidad de sus contemporáneos. Yo he tenido esa dicha. Ahora, al componer, no podría ser tan meloso como lo fui hace 20 años o más. Digo las cosas con la misma ternura pero con más veracidad. Ahora puedo decir con toda tranquilidad ¨En este otoño estoy viviendo otra vez la adolescencia/fue el toque mágico de un beso y tu presencia/qué bello tiempo estoy viviendo en este otoño.Es romántico también, pero no como antes y es que yo ya no creo en el lenguaje de antes.
Qué sucede con esa primera juventud o tardía adolescencia que no escucha música romántica como lo hacíamos los adolescentes hace 20 años?
No la escuchan excepto que sus padres se la hayan enseñado. Están empapados de canciones de otra tónica, extranjerizantes para su ser latino. También es cierto que las pocas canciones románticas que salen son pobres en contenido y eso la juventud lo percibe y por eso se inclina más por el ritmo que necesitan sus pocos años.El mismo hecho de bailar separados ha cambiado el lazo que se conseguía con la pareja del momento y que obligaba a pensar cosas románticas. Para colmo, con el temperamento nuestro, avasalla a América Latina un país como EEUU, que lo absorbe todo y se lo lleva entre las patas pero cuando maduran, cuando necesitan decir ¨Te amo¨ y no lo pueden hacer al ritmo de los Kiss; es entonces cuando descubren el romanticismo.
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