Mientras transcurre su cuarentena en España y descubre una inédita pasión por James Bond y su «Goldfinger», el director y productor Pedro Almodóvar trabaja en la creación de una pieza artística para la inauguración del Museo de la Academia de Hollywood.
Se trata de un proyecto que llevará adelante el realizador de cintas como «Todo sobre mi madre» y «Dolor y Gloria», junto a otras figuras como el cineasta estadounidense Spike Lee, la compositora islandesa Hildur Guonadóttir y el diseñador de sonido Ben Burtt.
Así lo confirmó el director del museo de la Academia de Hollywood, Bill Kramer, según el cual están «creando una instalación original con Pedro Almodóvar que hará referencia a sus películas e influencias en un espacio que es proyección y sonido del suelo al techo, sin texto».
«Es una experiencia inmersiva», adelantó Kramer, explicando que la iniciativa se pensó para la inauguración, el próximo 14 de diciembre, del Museo de la Academia de Hollywood, un centro de exposiciones en la ciudad de Los Angeles que busca reunir a los amantes del séptimo arte.
La exposición incluirá un homenaje a «El mago de Oz» (1939), una instalación audiovisual sobre «Matrix» (1999) y una experiencia inmersiva para que el visitante pueda simular lo que siente una estrella cuando se sube al escenario del Dolby Theatre de Los Angeles para recibir un premio Oscar. Con cerca de 3.000 metros cuadrados de galerías, esta muestra buscará además conectar al público «con la festiva, compleja, diversa e internacional historia del cine».
«Tomando como enfoque que no hay una sola narrativa ligada al desarrollo del cine, esta exposición mostrará múltiples historias desde una variedad de voces y perspectivas», añadió la misma fuente.
Mientras piensa en este proyecto, el cineasta español y ganador de premios Oscar por «Todo sobre mi madre» y «Hable con ella» transcurre su cuarentena en su hogar madrileño e incluso recientemente escribió una columna en un diario sobre su confinamiento para evitar el contagio del Covid-19.
«Hasta ahora me había negado a escribir. No quería dejar constancia escrita de las sensaciones que me provocan los primeros días de aislamiento. Tal vez porque lo primero que he descubierto es que la situación para mí no es tan distinta de la habitual, acostumbrado a vivir solo y casi en estado de alarma, lo cual no es un descubrimiento alegre». Con esas palabras Almodóvar comienza su crónica desde su cuarentena para escaparle al coronavirus que afecta duramente a su país, España.
«He dejado de mirar el reloj, solo lo consulto para saber cuántos pasos he caminado por el largo pasillo lateral de mi casa, el pasillo en que Julieta Serrano le reprochaba a Antonio Banderas que no había sido un buen hijo, refiriéndose a mí», dice el cineasta manchego en referencia a «Dolor y gloria», la extraordinaria película en la que el actor lo interpreta a él.
Asimismo, siempre en primera persona, revela: «No estoy lo suficientemente animado como para ponerme a escribir ficción -todo llegará- aunque se me ocurren tramas variadas, unas de naturaleza íntima (estoy seguro de que habrá un baby boom cuando todo esto acabe, pero también estoy seguro de que se habrán producido montones de rupturas -el infierno son los demás, decía Sartre-, habrá parejas que tendrán que afrontar las dos situaciones a la vez, la ruptura y la llegada de un nuevo miembro a la nueva familia rota)».
Para pasar el tiempo, el realizador dice optar por ver películas de James Bond y documentales en una de sus noches de cinefilia desde el living. Recuerda a Sean Connery y relata una anécdota referida al actor escocés; También homenajea a Lucía Bosé, actriz y madre del cantante Miguel Bosé, amigo de toda su vida.
«La nueva situación global y vírica parece salida de un relato de ciencia ficción de los años 50, los años de la guerra fría. Películas de terror que contenían la más burda propaganda anticomunista», sostiene. Almodóvar además cuenta cómo es el final de la noche que elige describir en el marco de su cuarentena. «Ya es muy tarde pero da igual, el tiempo en confinamiento es redondo y no quería quedar mal con James Bond, no quería acostarme hasta que Sean Connery desbaratara los planes del maquiavélico y gordo Goldfinger y nos salvara a todos».
Entre los muchos llamados que recibe el director, está el de su hermana Chus, que lo pone al tanto, por ejemplo, sobre un documental imperdible dedicado a la amada cantautora mexicana Chavela Vargas.
Almodóvar -se lee en su columna- responde cada día a los miles de mensajes de personas que se preocupan por él y por su familia y sobre todo cuenta cómo en este período a menudo llora frente al televisor por el presente y recordando el pasado.
Entre los otros proyectos del director está, además de la pieza artística para el Museo, un cortometraje con Tilda Swinton, «una actriz y una mujer exactamente como soñé. Es así abierta, inteligente. Durante los ensayos nos entendimos de inmediato». Después del corto, otro filme en lengua inglesa, esta vez un largometraje basado sobre la recolección de cuentos «A Manual for Cleaning Women», de Lucia Berlin. El filme se desarrollará en Texas, California y México, con diálogos en inglés y español.