La UNESCO se compromete con los principales motores de la igualdad de género: la educación, la ciencia y la cultura
Con motivo del Foro Igualdad Generación, y ante las desigualdades estructurales de género fuertemente arraigadas y agudizadas por la crisis de la COVID-19, la UNESCO ha presentado un conjunto de compromisos específicos para los próximos cinco años con el fin de lograr un progreso real hacia la igualdad de género:
- En lo que respecta a la educación de las niñas, la UNESCO seguirá liderando una coalición mundial de diversas entidades interesadas para apoyar la educación de las niñas a raíz de la COVID-19, llegando a 28 millones de alumnas en más de 80 países con una enseñanza y un aprendizaje de calidad, transformadores de las relaciones entre géneros, que promueven la igualdad;
- En cuanto a la tecnología y la innovación, la UNESCO trabajará para eliminar la brecha digital de género, empoderar a las mujeres científicas y promover el uso ético de la inteligencia artificial libre de prejuicios de género y sexismo. La UNESCO, por ejemplo, permitirá que 10.000 físicas asuman funciones de liderazgo y facilitará el acceso de al menos 10.000 niñas de África a estudios sobre microciencia;
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- En cuanto a la creatividad, la UNESCO trabajará para empoderar económicamente a las artistas y a las trabajadoras de las industrias creativas de África, mejorando su acceso al público, a los fondos, a los planes de protección social y aumentando el número de empresas de las industrias creativas que son propiedad de mujeres y están dirigidas por ellas, promoviendo al mismo tiempo los derechos de las mujeres a crear, libres de violencia, sexismo y acoso sexual.
La igualdad de género es una prioridad global para la UNESCO que atraviesa sus ámbitos de competencia: educación, ciencia, cultura y comunicación.
«La igualdad de género no puede lograrse sin medidas concretas», afirma Audrey Azoulay, Directora General de la UNESCO. «El acceso a la educación de las mujeres y las niñas es una prioridad para la UNESCO. Entre otros esfuerzos, estamos potenciando su acceso a la formación científica, donde todavía están infrarrepresentadas. Nuestro trabajo también se centra en la cultura, ámbito en el que la representación de las mujeres es esencial y en el que son las más afectadas por la pandemia.»
Aunque las mujeres han estado en primera línea de la crisis, están sufriendo graves consecuencias. En el ámbito de la educación, 767 millones de mujeres jóvenes y niñas se han visto afectadas por el cierre de las escuelas y es posible que 11 millones no vuelvan nunca a las aulas, sumándose a los 132 millones que ya estaban fuera de la escuela antes de la crisis. Desde el punto de vista económico, la recesión está empujando a 47 millones más de mujeres y niñas a la pobreza, destruyendo su independencia económica y haciéndolas más vulnerables a la discriminación y la violencia de género.
Debemos garantizar que los avances logrados por los países de todo el mundo se mantengan, especialmente en el ámbito de la educación, donde, según un nuevo informe de la UNESCO, las tasas de finalización de la enseñanza primaria de las niñas han alcanzado el 87%, casi 20 puntos porcentuales más que hace 25 años.
Las mujeres todavía se enfrentan a numerosos impedimentos para acceder al mundo de la ciencia, a pesar de los brillantes éxitos de investigadoras como la húngara Kati Kariko, que contribuyó decisivamente a la creación de la vacuna de ARNm de Pfizer-BioNTech contra el coronavirus.
Los datos de la UNESCO indican que las mujeres solo representan uno de cada tres investigadores científicos, aunque constituyen entre el 45 y el 55% de todos los estudiantes universitarios y el 44% de los estudiantes de doctorado. Sin embargo, solo el 3% de las estudiantes de enseñanza superior optan por estudiar tecnologías de la información y la comunicación. Por este motivo, la UNESCO financia a jóvenes investigadoras de doctorado a través de su Organización de Mujeres en la Ciencia para el Mundo en Desarrollo. También ofrece programas de asesoramiento en STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Matemáticas) para niñas de secundaria, con el fin de alimentar su interés por las ciencias a través de referentes y modelos a seguir, e imparte cursos de codificación, robótica e inteligencia artificial.
Asimismo, la UNESCO promueve las carreras de las jóvenes científicas y da visibilidad a sus logros a través del premio anual L’Oréal-UNESCO “La Mujer y la Ciencia”. Desde 1998, se ha reconocido a más de 3.600 científicas y se ha apoyado a 3.500 Jóvenes Talentos Emergentes, candidatas a doctorado y postdoctoradas, mediante ayudas económicas y formación en liderazgo. Además, 117 galardonadas han sido premiadas por su excelencia en la ciencia, incluidas cinco que han llegado a ganar un Premio Nobel en ciencias.
En el ámbito de la cultura, la reciente publicación de la UNESCO Género & creatividad: progresos al borde del precipicioanaliza las brechas de género en las industrias culturales y creativas. Las artistas y creadoras continúan enfrentándose a un acceso desigual a un trabajo decente, a una remuneración injusta y a la marginación, así como a un acceso limitado a las tecnologías de la información y la comunicación.