La emblemática agencia aeroespacial trabaja en un programa cuyo objetivo es evitar que un asteroide pueda colisionar contra nuestro planeta. Se necesitaría un impacto capaz de alterar su velocidad y trayectoria.

La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) está decidida a realizar la primera misión de defensa planetaria con el objetivo de desviar asteroides potencialmente peligrosos para la Tierra.

El proyecto en desarrollo probará una nueva técnica de defensa planetaria en la que una nave espacial chocará de forma intencionada contra un asteroide para intentar cambiar su velocidad y trayectoria a través del impacto, le explicó a la Voz de América, el doctor Lucas Paganini, científico de la NASA.

“Entender estos sistemas de mitigación en caso de que tengamos un asteroide que podría en un futuro llegar a colisionar, lo que estamos tratando de hacer es investigar qué sistemas nosotros tenemos, qué  estrategias podemos llegar a tener para cambiar el rumbo de objetos que potencialmente pueden llegar a ser peligrosos”, ahondó Paganini.

El proyecto se conoce como Misión de Prueba de Redirección de Asteroides Doble, más conocido como ‘DART’, que en caso de tener éxito tendría la capacidad de alterar el recorrido de objetos espaciales, resaltó el experto.

“El próximo paso de la Oficina de Coordinación de Defensa Planetaria es, una vez, si llegamos a descubrir uno de estos potenciales asteroides, cómo podemos nosotros sin recurrir a energía nuclear desviar estos objetos peligrosos», explicó

Paganini quien integra la división de Ciencias Planetarias de la NASA, adelantó que la nave será lanzada en un cohete SpaceX Falcon 9 y explicó que  aunque el impacto será mínimo, las posibilidades de progreso en la defensa del planeta Tierra son inmensas.

“Impactar(á) contra este pequeño asteroide, que se llama Dimorphos. Pequeños cambios de estas órbitas pueden generar que se mitigue de forma temprana y efectivamente”, explicó el científico, indicando que, aunque el cambio con el impacto que tenga la nave sea mínimo podría hacer la diferencia entre que un asteroide entre a la atmósfera de la Tierra o se desvíe hacia otro lugar en el espacio.

La llegada de la nave espacial a su objetivo está programada para octubre de 2022.