ARGENTINA:Presidente despide a ministro Salud por escándalo de vacunas
El jefe de la cartera de Salud quedó comprometido después de que un reconocido periodista local revelara que lo había llamado para vacunarse y que éste le había convocado al ministerio para aplicarle la dosis de la vacuna Sputnik V.
Con la pandemia de coronavirus lejos de controlarse por la escasez de vacunas, el presidente argentino Alberto Fernández despidió a su ministro de Salud, Ginés González García, luego de verse involucrado este viernes en un escándalo por manejo discrecional de las dosis.
El mandatario “le dio indicación al jefe de gabinete (Santiago Cafiero) de pedirle la renuncia al ministro de Salud”, dijo a AP un funcionario del gobierno que pidió reserva de identidad por no estar autorizado a revelar la información.
El máximo responsable del plan sanitario nacional contra el COVID-19 quedó comprometido luego que un reconocido periodista local revelara que lo había llamado para vacunarse y que González García lo convocó este jueves al ministerio de Salud para aplicarle la dosis de Sputnik V.
En una carta publicada en Twitter, González García dijo que aceptó el pedido presidencial y tildó de “malentendido” los hechos que forzaron su salida del gobierno, ya que de acuerdo a su versión “las personas vacunadas pertenecen a los grupos incluidos dentro de la población objetivo de la campaña vigente”.
Carla Vizzotti, actual segunda de González García, asumirá como ministra, confirmó la agencia estatal Télam.
“Decidí vacunarme. Me puse a averiguar dónde hacerlo, llamé a mi viejo amigo Ginés González García, a quien conozco de mucho antes que fuera ministro”, relató el periodista Horacio Verbitsky, quien no oculta su afinidad con el actual gobierno en las columnas de opinión que escribe en un sitio de internet y para una radio.
“Fui al ministerio, estaba el equipo de vacunadores allí”, indicó el periodista en declaraciones radiales.
El denominado escándalo del “vacunatorio vip” en el ministerio de Salud de Argentina estalló poco días después que Perú atravesara una crisis institucional similar al confirmarse que más de 400 funcionarios políticos -entre ellos el expresidente Martín Vizcarra- se aplicaron la vacuna de la farmacéutica china Sinopharm antes que los profesionales de la salud.
La justicia y el Congreso peruano iniciaron una investigación por aprovechamiento del cargo y corrupción. Pilar Mazzetti a presentar su dimisión como ministra de Salud.
González García, un experto sanitarista, había ocupado el mismo cargo durante la presidencia del ya fallecido Néstor Kirchner (2003-2007) y fue designado por Fernández en el inicio de su gobierno en diciembre de 2019.
Tras la confesión de Verbitsky, el diputado nacional por el oficialismo Eduardo Valdés también admitió que recibió la vacuna en el Ministerio de Salud, pero se justificó alegando que sería parte de la comitiva presidencial que viajará a México el fin de semana en visita oficial.
“Viajo a la Ciudad de México, pero no voy en viaje de placer, sino en viaje oficial en el que se presupone que no me quiero contagiar ni contagiar a otros”, dijo el diputado en declaraciones a Radio Con Vos.
Medios locales reportaron que Valdés y el senador Jorge Taiana fueron apartados de la comitiva oficial.
Sus casos no fueron aislados, ya que en los últimos días trascendió que alcaldes, legisladores, militantes y allegados al poder político en distintos lugares del país recibieron la vacuna pese a no estar dentro del grupo prioritario conformado por médicos, personal de la salud y ancianos.
El gobierno argentino viene siendo blanco de duras críticas por el lento operativo de vacunación. Hasta el momento Argentina recibió cerca de 1,5 millones de dosis, en su mayoría Sputnik V pero también AstraZeneca, insuficientes para inmunizar a una población de 40 millones de habitantes.
“Las vacunas se compran con el esfuerzo de todos los argentinos que pagan sus impuestos y el Ministro de Salud las reparte como si fueran de su propiedad”, apuntó la Patricia Bullrich, presidenta del PRO, principal fuerza de la oposición. “Es una vergüenza nacional que las vacunas sean para los amigos del poder como Verbistky”.
El país sudamericano tiene dos millones de contagiados y 50.857 muertos por el nuevo coronavirus.