La soupe á l´oignons, lo que comúnmente y en nuestro idioma se conoce como sopa de cebolla, es un plato realmente emblemático de la cocina tradicional francesa; y es que al parecer, nació justamente aquí, hace bastante tiempo. Concretamente durante la Revolución Francesa, cuando para comer lo único que había eran dos o tres ingredientes sencillos. Es así como se configuró este plato a base de trocitos de pan, caldo de carne y cebolla.

Evidentemente, con el tiempo, esta receta ha variado mucho. Tenemos así desde quienes prefieren usar los ingredientes más básicos, a los que intentan aplicar técnicas más modernas, como la de caramelizar la cebolla. Sea como sea, la esencia es la misma, un plato tradicional que sirvió durante años como principal fuente de alimento de muchos.

RECETA DE LA SOUPE Á L`OIGNONS (SOPA DE CEBOLLA FRANCESA)

Ingredientes

  • 6 cebollas grandes
  • 30 ml de aceite de oliva extra virgen
  • 60 g de mantequilla
  • 1 diente de ajo
  • 2 litros de caldo de carne
  • 12 rebanadas de pan (a poder ser baguette)
  • 3 cucharadas de harina de trigo
  • 1 cucharadita de azúcar
  • Sal y pimienta al gusto
  • 20 ml de brandy o coñac
  • 100 g de queso rallado suave (gruyere está bien)

Paso a paso

Las cebollas deben ser dulces, aunque se pueden usar otras, el sabor no será igual. Las tomamos y las pelamos cortándolas en juliana y reservándolas en un cuenco.

Tomamos una cazuela grande, calentamos el aceite y añadimos la mantequilla. Una vez se derrita la iremos mezclando con el aceite de oliva. Introduciremos la cebolla y el ajo muy picado y añadiremos también la sal y la pimienta negra.

Debemos remover suavemente hasta que la cebolla quede transparente o translúcida. Algo que nos costará, a fuego lento, unos 25 minutos.

En el caso de que no usemos cebollas dulces, siempre podemos añadir una cucharadita de azúcar en este momento. Pero intentar remover rápido para que la cebolla no caramelice y haga nuestra cebolla oscura.

Espolvoreamos la harina en la cazuela. Removemos bien para mezclarla con la cebolla. Esto, junto con la mantequilla, creará un efecto llamado Roux. Algo que nos ayudará a ligar y espesar la sopa.

Es momento de añadir el brandy y de introducir el caldo de carne. Salpimentamos y llevamos a ebullición. Dejamos todo a fuego lento durante unos 15 minutos.

Cortamos en rebanadas muy fina el pan y lo tostamos ligeramente. Colocamos los mismos en cuencos y también añadimos queso suave y el caldo. Metemos esto en el horno, lo gratinamos y posteriormente servimos.