El video musical, dirigido por Willy Rodríguez y producido por Javier Bores de la productora Jupiter Films, fue filmado en Almería y Madrid, España, y muestra a Abraham Mateo recordando la relación muy electrizante de la que habla en la canción. Y vemos el lado más sensual del artista español, con escenas tórridas entre él y su interés amoroso, transmitiendo la electricidad de esa relación a través de la pantalla.