Su extraordinaria voz se apagó para siempre el 6 de octubre de 2018, mañana hará un año. Sin embargo, el recuerdo de la soprano Montserrat Caballé perdura y sus interpretaciones de los grandes roles femeninos de la lírica siguen en la memoria de los aficionados a la ópera.

En este período, la cantante ha recibido diversos homenajes póstumos, desde el celebrado en la catedral de Barcelona en noviembre pasado a otro en el Gran Teatro del Liceu, su casa, donde las principales figuras del universo operístico resaltaron en abril que su huella nunca se borrará.