El actor salvadoreño René Mena, está decidido a que el coronavirus no detenga su ascenso en el mundo del espectáculo y aplica a su profesión un dicho popular latinoamericano: “Si del cielo te caen limones aprende a hacer limonada”. Y es que desde el encierro impuesto y lejos de Hollywood está preparándose para el momento de su regreso.

Sin saber cómo y cuándo retornará, Mena conversó con la Voz de América del papel que hoy le toca desempeñar en aislamiento y del reto que éste implica para su carrera.

Cuando el mundo del espectáculo se detuvo, Mena estaba envuelto en una vorágine de audiciones y tenía entre manos el guión de una historia propia.

También se encontraba en plena promoción de la cinta, “Prescience”. Película donde protagoniza a un abogado penal de origen salvadoreño, quien está luchando con su sexualidad, un novio nuevo, así como el desempleo e inquietantes secretos de la infancia que ocultan sus padres.

El elenco de la película no solo cuenta con la participación del reconocido Eric Roberts, también incluye a la laureada actriz Linda Gray. El salvadoreño René Mena, además de ser uno de los protagonistas también participó como productor.

René cuenta que la cinta llegó más lejos de lo que él esperaba, traspasó fronteras e idiomas, pero se ha estancado por el virus. “Luego que la vendimos obtuvimos distribución y sabíamos a dónde íbamos llegar. En un momento me dijeron íbamos a llegar a 20 países y yo no lo podía creer que en una película que yo estaba fuera a llegar a tantos lugares. Pero ahora no sabemos nada, seguimos esperando”, narró.

“Solo está acá en Estados Unidos y nos ha ido bien, se sigue distribuyendo. A pesar de todo estoy muy contento, porque empezó como un sueño y se hizo realidad y si alguien quiere ver la película pues la puede ver en cualquiera de las plataformas en la que está”.

En la filmografía del actor también se pueden encontrar interpretaciones en las series Shameless y Hand of God, cortometrajes como Wally’s Will y cintas como Bright, entre otras. Y desde hace dos meses, cuando dejó su apartamento en Los Ángeles para retornar a Richmond, Virginia con su familia debido a la cuarentena solo tiene un protagónico con múltiples facetas: el de hijo y hermano.

Para Mena la crisis le ha dado una oportunidad increíble, porque ha tenido la dicha de compartir con su familia y hacer cosas que desde hace casi 10 años que partió rumbo a Los Ángeles, para perseguir su sueño de ser actor, no hacía.

“Somos 10 hermanos y tener la oportunidad de ver películas con ellos (…) simplemente pasar el tiempo con ellos es muy importante”, explica.

El actor salvadoreño habla de que la vida como artista te pasa una factura, él solo veía unas cuantas veces al año a sus seres queridos y hoy está recibiendo el apoyo incondicional y amor que todo ser humano necesita para recargar baterías.

Aunque también se lamenta que sus bolsillos han resentido la falta de proyectos, “ha sido extremamente difícil, porque no tengo ingresos, como artistas nos quedamos completamente tirados y no sabemos ni cuándo los tendremos”.

Aunque reconoce que su familia ha sido y es un pilar muy importante en este momento y tiene la convicción que la pandemia es transitoria.

“Esto es temporal”, dice Mena, quien ve el regreso al seno materno “como una bendición».

«Me he dado cuenta de cuánto me hacen falta y cuánto los quiero. Estoy aquí súper contento de pasar este tiempo con ellos. Me he dado cuenta de la importancia de lo qué ha pasado en 9 años que no estuve”, admite.

Mena explica que la pausa le ha hecho reflexionar en lo que debe hacer para acercarse más a sus padres, así como replantearse el rumbo que debe tomar su carrera.

“Pienso que estoy en unas vacaciones largas”, contó.